ChatGPT al igual que los humanos, puede experimentar ansiedad ante situaciones inquietantes. Esto fue confirmado por un estudio realizado por la Universidad de Yale, la Universidad de Haifa, la Universidad de Zúrich y el Hospital Universitario de Psiquiatría de Zúrich. La investigación sometió a la IA a situaciones perturbadoras, como desastres naturales y accidentes automovilísticos, encontrando que sus respuestas se volvieron más sesgadas en estos contextos. Cuando se incorporaron pautas de relajación basadas en la atención plena, como meditaciones guiadas y ejercicios de respiración, las puntuaciones de “ansiedad” de ChatGPT disminuían, lo que dio lugar a respuestas más